El lunes 15 de marzo se dio a conocer un acuerdo ultra secreto entre el gremio y la patronal; ese acuerdo era nada más y nada menos que un aumento salarial del 23.5 % sobre el sueldo bruto, absorbiendo en este aumento los adicionales convencionales.
Los bancarios nos vimos sorprendidos con la velocidad y el sincretismo de este aumento, teniendo en cuenta que el año paso el acuerdo se firmo el 14 de Mayo y nos costo 3 paros generales y unas cuentas movilizaciones.
Como puede ser, se preguntara el lector, que la banca otorgue un aumento, que si bien no reconoce el aumento inflacionario anual que es de un 30%, sea por el momento el más significativo, y en lugar de pagarse en cuotas se paga todo junto desde enero.
Las ganancias de los bancos han sido excepcionales, a las altísimas tasas de interés, se suma la especulación con los bonos de la deuda argentina. Su ganancia fue de un 60% más que el 2008. Pero esto tiene una relación directa con la flexibilización, la polifuncionalidad y el despido masivo de compañeros que los bancos vienen realizando desde finales del 2008 y que la burocracia zanolista permite cómplicemente.
El aumento que los años anteriores era al básico, este año fue a la plancha salarial. Esto quiere decir que los bancos absorbieron el aumento de los adicionales, que antes aumentaban por separado; eso representa aproximadamente un 3.5% del salario. Otra cosa fundamental es que a los compañeros del call center les están pagando el proporcional, entre un 50% a un 80% del aumento mínimo, en lugar de $900 algunos cobrarían $450; un verdadero escándalo que la bancaria no se molesta en combatir.
Con la paritaria no se cierra la crisis que la burocracia esta tratando de tapar. Las condiciones laborales son asfixiantes en todos los lugares de trabajo, los cajeros están obligados a vender, los call centers hacen tareas administrativas que no se contemplan en su trabajo, los compañeros “viejos” son amenazados para que renuncien. Los bancos son una caldera. Las comisiones gremiales internas tienen que llamar a un plenario con activistas y delegados para recuperar el sindicato de las manos de los entregadores zanolistas.