martes, 14 de septiembre de 2010

Paremos todos!

El jueves 16 de setiembre La Bancaria, luego de una siesta de más de un mes, haciendo oídos sordos al masivo paro del 5 de Agosto decidió convocar otro paro. Para esto el aparato zanolista ya empezó a pasear por el microcentro.

La medida no viene acompañada de absolutamente ningún plan de lucha. Luego de la reunión del 6/08 con las patronales, los zanolistas de distintas cepas se llamaron a cuarteles de invierno. Durante este tiempo, donde los compañeros pedían plan de lucha y organizar el próximo paro debido a la intransigencia patronal, los burócratas conspiraban entre si para ver quien se hace dueño de la seccional Buenos Aires. Parece que los peronistas le quieren copar la parada a Stuop (UCR) armándole la lista para el próximo 02/12. La lista 9 se abstendría de la elección; ¿se vienen dos listas zanolistas?

Es así que llegamos al paro del 16/09, con una burocracia en crisis y unas ganas de luchar de los bancarios impresionantes, que no son desarrolladas por ninguna de las fracciones que se disputan el sindicato.

A todo esto, mas de 2 meses de conflicto, parece que el gremio esta pidiendo no un porcentaje (eso seria reabrir paritarias, ni el gobierno ni Moyano lo quieren) sino una suma fija retroactiva a Setiembre. La suma en pugna serian unos 500 o 600 pesos o sea alrededor de $2500 por bancario hasta fin de año, una verdadera vergüenza. La patronal que ha ganado a lo loco con la especulación de la deuda, las tasas usurarias y la fuga de capitales ofrece una suma en negro mientras aumenta la polifunción, la tercerización de servicios, los despidos y el trabajo se hace insoportable:

Estos son los rumores; de asambleas con mandato por banco para discutir que se le pide a los bancos ni hablar. La burocracia esta es un derrumbe total, se divide, pierde elecciones, le intervienen el sindicato: un combo explosivo.

Los bancarios debemos reforzar la lucha, amplificar el paro anterior, hacer asambleas en todos los lugares de trabajo de esta manera no solo reforzamos la organización de los trabajadores sino le damos una señal clara y precisa a los bancos y a la burocracia: de que los bancarios queremos el aumento y no queremos más la flexibilización.

Por eso compañeros el jueves 16/09 paramos todos!

viernes, 10 de septiembre de 2010

ESTUDIANTAZO…Y ALGO MÁS

La Presidenta salió a hacer demagogia con los estudiantes secundarios.

Después de todo –habrá pensado– se trata de un “conflicto local”. Y contra el gobierno derechista de Macri.

Pero mientras Cristina hablaba, cuatro facultades de la UBA eran tomadas por sus alumnos. Contra el derrumbe edilicio, contra los planes privatizadores.

Ya no se trataba de Macri, sino de la política y del Ministerio de Educación kirchneristas.

Es toda la educación pública, dependa de Macri o de los Kirchner, la que se encuentra en ruinas.

Pero el fermento popular no se ha detenido en el estudiantazo.

Lo prueba la bronca de los docentes de varios distritos, comenzando por Buenos Aires y la Capital.

Lo prueba la lucha de Paraná Metal, que lleva una semana cortando la autopista a Rosario. En el banquillo, están el gobierno kirchnerista y su empresario vaciador, Cristóbal López.

Contra otra patronal oficialista, la de SanCor, sus obreros resisten los despidos.

La juventud del supermercado Disco paró once sucursales contra el atropello patronal.

Con su sonrisa a los secundarios, la Presidenta ha querido disimular sus guiños a los monopolios mineros, petroleros o alimenticios.

Pero el pueblo de Andalgalá, en Catamarca, volvió a las calles contra el proyecto minero depredador de Agua Rica.

Y en Mosconi, Salta, los desocupados regresaron a las rutas, desafiando a la represión oficial.

En la bonaerense Azul, una marcha de todo el pueblo apoyó a los obreros de la carne contra los despidos y suspensiones masivas.

Los capitalistas que reclaman “orden” dicen temerle a los Moyano. Los Macri, Carrió o Solá les hacen de coro.

Pero los Moyano, al igual que los Yasky o Barrionuevo, han sido los artífices del cepo a los salarios.

A lo que temen, en serio, es a la inquietud popular.

Le temen a la reacción contra la confiscación del salario, o contra el despojo de los presupuestos de educación y salud para pagar la deuda.

No, no es sólo un estudiantazo.

La juventud anticipa los giros de fondo.

Empeñémonos por la victoria de los secundarios, de Paraná Metal, del 82% móvil y de todas las luchas.

sábado, 4 de septiembre de 2010

VAMOS LOS PIBES

La movilización de los secundarios es una bocanada de aire fresco entre las chicanas y la politiquería de los partidos y políticos del sistema.

Con sus ocupaciones de colegios, los secundarios pusieron en el banquillo de los acusados a los Macri y a los Kirchner, responsables por igual del hundimiento de la educación pública.

Las escuelas en derrumbe delatan un régimen que impulsó concientemente la destrucción de la educación estatal, para beneficiar el negocio de la educación privada.

La dictadura militar transfirió, sin los fondos correspondientes, los colegios primarios a las provincias. La ‘democracia’, años después, hizo lo mismo con los establecimientos secundarios.

De este modo, los recursos del Estado nacional quedaron disponibles para la deuda externa y los subsidios a monopolios capitalistas.

Los que hoy gobiernan, que se desgarran las vestiduras con “la dictadura” y el “menemismo” dejaron en pie la herencia educativa de los dos. Pero, además, le agregaron especies de su propia cosecha.

La inflación creciente licua el gasto de educación, pulverizando los salarios docentes y los recursos edilicios.

Ello ocurre, por igual, en la Ciudad que gobierna Macri y en la Argentina de los Kirchner.

Pero esta política capitalista entra en crisis, todos los días, con las necesidades de miles de estudiantes y docentes.

Como ha ocurrido siempre, el levantamiento de la nueva generación es el anticipo del final de un régimen y de grandes virajes políticos.

Por eso decimos: ¡vamos los pibes! Es una rebelión contra el derrumbe educativo del capitalismo.

Su lucha reclama organizar una salida obrera y socialista.